20 de enero de 2010

Que Hacer?

Bueno, ya lo que se sabía ocurrió, Piñera es el nuevo presidente de Chile y tanto la Concertación como la,izquierda que fue colgándose de la candidatura de Frei todavía no se recuperan del choque de tener un presidente de derecha - derecha.

Los últimos días de campaña fueron de una pérdida de juicio crítico y actitudes irracionales.
La campaña de Frei se centró en plantear la elección entre izquierda y derecha (Paremos la derecha), tratando de volver al clima de la elección del 89.

Lo curioso es que quienes mas se esforzaron en conseguir votos por Frei eran de izquierda no-concertación, diciendo que ne les gustaba...les repugnaba el candidato, era "el mal menor" ante la amenaza horrorosa de que gobernara la derecha.

Traté de explicar que si bien la concertación a administrado el sistema durante 20 años, lo hizo mas bien en calidad de concesionaria.
Que la derecha económica, militar, los poderes fácticos, el gran empresariado no solo no han estado en conflicto con el gobierno, sino que que se ha servido muy bien de él.

Y ya al día siguiente de la elección vimos como Piñera ,el gobierno y el comando de Frei declaraban que estaban en la mejor disposición y que todo será "busines as usual"

Mucho mejor que yo, acá sigue un artículo sobre el papel de la concertación muy acertado, aparecido en LUN.


Las Últimas Noticias

¿Neoliberalismo recargado?
Por: Gabriel Salazar
Fuente: Las Últimas Noticias (Chile)

Publicada por Tribuna Popular

"En lo ajeno reina la desgracia” dice la sabiduría popular. La Concertación tomó prestado para sí, en 1990, el extremista modelo neoliberal que dejó como herencia la brutal dictadura del general Pinochet. Y durante 20 años lo administró con tal “fe neoliberal” que hasta lo dejó instalado en el selecto club neoliberal de la OECD. Por tanto, desde la perspectiva del neoliberalismo mundial, los gobiernos de la Concertación fueron excepcionalmente exitosos.

Vestirse con lo prestado es un juego riesgoso. Creer, además, que lo prestado es identidad histórica de uno mismo es, lisa y llanamente, alienación. O esquizofrenia. Dejar como legado, por un lado, un Museo de la Memoria (con los crímenes de la dictadura) y, por otro, al modelo chileno instalado en la OECD es, en lógica pura, deambular por la historia sin rumbo. Girando en círculos. Disparando “díscolos” a derecha e izquierda. En 1998 un informe de PNUD declaró que los chilenos estaban corroídos por dentro por un grave “malestar interior”. El mismo que corroyó el alma histórica de la Concertación y la confianza de la ciudadanía progresista en ella.

No se puede hacer política con ropa prestada. Ni pretender ser socialcristiano o socialista cuando en los hechos se es neoliberal. Ni negarse a reconocer la mentira.

La coalición genéticamente neoliberal (que apoyó al candidato triunfante) gozó de una vacaciones política de cuatro lustros; sus adversarios gobernaron impecablemente como si fuera ella. Así que pudo desplegar una inédita oposición populista. Es primera vez, desde 1932, que una coalición de derecha gana la presidencia por mayoría absoluta. Es un hecho insólito, tanto más, si se considera que el 68% de los chilenos no tienen un contrato laboral permanente, sino precarista; que otro 68% gana menos de $ 180.000 –pesos- mensuales; que el 62% de los niños que nacen en un año son “huachos” (sin familias constituidas); que el 46% de los chilenos padecen de neurosis o depresión; que 66% de ellos no lee ningún libro en el año; que la tasa de delincuencia se mantiene alta e intratable; que se está impulsando otra militarizada “pacificación de la Araucanía”, etc. El gobierno genéticamente neoliberal que se inicia este año tendrá, pues, que lidiar con los males generados por el mismo neoliberalismo, sin salirse de las pautas de decencia legal exigida por la OECD, los tratados de librecomercio y las inefables clasificadoras de riesgo. La Alianza triunfante tendrá que enfrentar esos problemas sin poder suprimir las causas que los producen (como le ocurrió a la Concertación). Sería suicida. Así que no puede cambiar nada. Será más de lo mismo.

Por tanto, los ciudadanos progresistas que votaron neoliberal recargado, no verán resueltos sus problemas. Tal vez, se compliquen. Con el agravante de que no habrá más “museo de la memoria”. Y esto, precisamente, reactivará la memoria viva de la ciudadanía. La de la Dictadura y la del Mercado. Y de esa memoria viva es mejor que el nuevo gobierno sepa precarverse. Pues allí sigue, agazapada, la verdadera soberanía popular.

Fuente: Las Últimas Noticias (Chile)
http://www.lun.com/Pages/NewsDetail.aspx?dt=2010-01-18&NewsID=77193&BodyID=0&PaginaId=9
(este link es a una página Flash, lenta y latosa de leer)

15 de enero de 2010

PAREMOS LA DERECHA?

Ya a 3 días de las elecciones, cuando el comando freísta, la concertación y una gran cantidad de gente de izquierda fuera de y crítica a la concertación hacen todo tipo de cálculos y para creer en el sueño del pibe: que en el minuto 91 consigan ganar el partido, todavía se puede cuestionar esa idea de hay que parar a la derecha.

Por el momento reproduzco un llamado de dirigentes sindicales a votar nulo.

Frei y Piñera dos empresarios que defienden este modelo económico antihumano

Eduardo Frei y Sebastián Piñera son dos empresarios que se beneficiaron del modelo económico implantado en la dictadura militar y que fue continuado y legitimado por los sucesivos gobiernos de la Concertación.

Durante todos estos años se ha consolidado, especialmente con las privatizaciones y las concesiones, un tipo de sociedad en nuestro país con habitantes de primera y segunda clase: los salarios injustos y miserables, la educación, la salud y la vivienda desigual para ricos y pobres. La destrucción de la naturaleza, observando los campos, lagos, ríos y mares de nuestro país por los apetitos de lucro sin límite son una constante. En Chile se ha generalizado el trabajo precario sin contrato, con boletas de honorarios y subcontratación. La negociación colectiva es cada vez un derecho de un puñado de trabajadores mientras la mayoría no puede ejercerlo. La actual legislación laboral, en lo sustantivo no ha cambiado bajo la Concertación desde la dictadura.

Aunque puede haber matices secundarios, los dos candidatos representan la continuación del mismo modelo de sociedad capitalista. Nosotros por el contrario representamos los intereses, sueños y necesidades de la gente que vive de su trabajo y sus familias, y por lo mismo no nos sentimos representados por ninguno de ellos.

¿Parar a la derecha?

Nos dicen que hay que parar a la derecha, en su desesperación por recuperar el terreno perdido. El gobierno ha mandado a última hora proyectos que no presentó durante años, habla incluso de reformar la Constitución, cosa que no han intentado seriamente en 20 años, más allá de cambios cosméticos y de la firma, en que con acuerdo con la Alianza UDI-RN cambiaron la firma de Pinochet por la de Lagos. Pero además ya tenemos la experiencia pasada del gobierno de derecha de Frei.

No nos vendan cuentos de `progresismo'.

Eduardo Frei fue el que privatizó el agua en su anterior gobierno. Eduardo Frei nunca quiso recibir durante su anterior gobierno a las organizaciones de derechos humanos de los familiares de las víctimas de la dictadura y fue él quien movió todo el aparato del Estado para evitar que Pinochet fuera juzgado en Londres por las violaciones de los derechos humanos. Fue Frei quien extendió el sistema de concesiones a los bienes nacionales de uso público, como las autopistas, las aguas del mar. En su gobierno se iniciaron megaproyectos destructores del medio ambiente, como Ralco y Pascua Lama.

Durante su mandato, la reforma educacional profundizó la segregación de la enseñanza en Chile, con una educación para quienes la pueden pagar y otra, con pésimos resultados, para los más pobres. Fue durante el gobierno de Frei que el desempleo pasó de 7.6% a 9.1%, (la cesantía juvenil varias veces más) y allí se quedó, cuando la crisis asiática había concluido hace tiempo.

En cuanto a Piñera, tenemos claro que el `cambio' que propone no beneficia a la mayoría del país, si no a los grandes empresarios. Si alguien tiene dudas, basta algunas "perlas" de sus propuestas para "cambiar Chile". Disminuir las indemnizaciones por despido.

Aumentar el aporte de los apoderados en el financiamiento de la educación. Profundizar la privatización en curso de la Salud impulsando la atención en centros privados, mediante un seguro de salud. Disminuir el pago de impuestos de las empresas a través de donaciones a instituciones sin fines lucro.

Flexibilidad salarial para pagar sueldos menores a jóvenes entre 18 y 24 años, lo que finalmente repercutiría en una presión a la baja de todos los sueldos. Continuar con la especulación aumentando los límites de inversión de las AFP, sin resguardos.
Privatizar la empresa pública como Codelco, Enap, etc. Entregar la reserva de la explotación de los hidrocarburos sólidos y gaseosos a grandes empresas.

Ciertamente los trabajadores tenemos que parar a la derecha.
Estos dos bloques han cogobernado Chile por tres décadas. Nosotros llamamos a luchar para cambiar las cosas de verdad, a favor de la gente de trabajo, gane quien gane las elecciones presidenciales.

La derecha está representada por los dos candidatos, Frei y Piñera. Hay que pararlos manteniendo nuestra independencia política sindical, recuperando y reorganizando a los sindicatos desde la completa honestidad, sin componendas con políticos desprestigiados.

Cualquiera sea electo, hay que parar a las dos derechas, Frei y Piñera, desde la organización, preparando las movilizaciones y luchas que se vienen.

Por ello llamamos a votar NULO en esta segunda vuelta electoral.
Porque los trabajadores aún no podemos recuperar las condiciones laborales y económicas alcanzadas antes del golpe del 73.
Porque la normativa laboral vigente ha sido apoyada, modificada y santificada para servir, los intereses de los grandes inversionistas chilenos y extranjeros.
Porque el sueldo mínimo que negocian años tras años los gobiernos de la Concertación con la burocracia de la CUT, solo ha servido para perpetuar la pobreza.
Porque la conculcación del derecho al descanso dominical para los trabajadores del comercio y servicio se consolidó bajo los gobiernos derechistas de la Concertación.
Porque con el visto bueno de las dos derechas se incorporó al Código del Trabajo en estos 20 años:
La polifuncionalidad al modificar el art. 10 n3 del C d T.
La flexibilidad con los contratos a tiempo parcial (art. 40 bis y siguientes C d T)
El pago de la indemnización en cuotas (art. 169 C d T) y se continúa negando el derecho a salas cunas donde trabajan menos de 20 mujeres, así como el derecho a declarar y no pagar las imposiciones que mes a mes pagamos de nuestro sueldo y que el patrón tiene que depositar en la AFP.
Porque no es posible seguir aceptando que se mantengan jornadas de trabajo de 10 y 12 horas diarias de trabajo.
Porque el nuevo parlamento, especialmente el Senado, responderán como siempre al servicio de los grandes capitalistas.
Por todo y mucho más, los dirigentes que suscriben no podemos tener confianza en ninguno de los dos candidatos. Ni Frei ni Piñera representan a los trabajadores.